¿No os pasa que cuando leéis una receta y pone cantidad de harina “la necesaria” os desanimáis porque pensáis que no os va a salir? Pues yo fui fuerte ante este inconveniente, me hice la valiente y fui a por ella sin pensarlo dos veces (si lo llego a hacer, fijo que no me aventuro a prepararlas). Al ver la receta de Cris pudieron más las ganas de hacer y de conocer el sabor de unas rosquillas de leche condensada que la coletilla de harina “la necesaria”. No es tan complicado ver que la masa ya no admite más harina y sino probad a hacerlas.
Ingredientes:
– 1 lata de leche condensada (395 grms).
– 4 huevos.
– La ralladura de un limón.
– Harina “la necesaria”.
– 1 sobre de levadura química.
– Azúcar (unas 5 cucharadas).
– Canela (unas 2 cucharaditas).
– Aceite.
Preparación:
Mezclaremos la leche condensada con los huevos y la ralladura del limón durante 10 minutos. Le añadiremos la harina “necesaria” junto con el sobre de levadura hasta formar una masa que no se pegue a los dedos. Tomaremos porciones pequeñas de masa y hacemos churros con ella. Unimos las dos puntas dando forma de rosquilla. Freir cada rosquilla en abundante aceite caliente y rebozar en azúcar mezclado con canela.
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Una gran idea, pero me quedo con las rosquillas de San Froilán o las más que conocidas rosquillas de anís de toda la vida!
Saludos
Siento que no te haya salido.