¡Cómo apetece un dulce casero a mitad de tarde con un buen chocolate caliente! ¿verdad? Yo no he querido privarme de este lujo y hoy mismo me he puesto manos a la obra (mejor dicho a la masa) y he preparado estas riquísimas rosquillas.
Son súper sencillas de preparar y las tienes listas en menos de una hora. Yo no pude evitar la tentación y me comí un par de ellas calentitas.
Para la elaboración de estas rosquillas he utilizado uno de los productos que entran en la caja Disfrutabox de este mes, la leche evaporada Ideal de Nestlé.
En casa la uso bastante como sustituta a la nata y me va muy bien. Sobre todo en las quiches ¡qué en casa gustan mucho!
La leche evaporada Ideal es 100% leche recogida diariamente de los pastos de Galicia que, por evaporación, se le ha quitado una parte del agua. Contiene todas las propiedades de la leche de vaca y con mayor concentración de nutrientes, siendo la alternativa a la nata, que ayuda a que los platos sean ligeros y cremosos.
Nestlé innova en el mercado y lanza la nueva leche evaporada Ideal sin lactosa, la primera en el mercado español y europeo. La leche evaporada Ideal sin lactosa se presenta en el formato habitual de 525 gramos, fácil de usar, cómodo y práctico. Cuenta con tapón anti-goteo, que facilita su manipulación y conservación, ya que no necesita nevera.
Ingredientes (40 unidades):
– 1 huevo L.
– 75 g de azúcar.
– 100 ml de leche evaporada Ideal.
– Ralladura de 1/4 naranja.
– 50 ml de aceite de girasol.
– 50 ml de anís.
– 400 g de harina.
– 8 g de levadura química.
– Una pizca de sal.
– Aceite de girasol para freir.
– Azúcar para el rebozado.
Preparación:
Batir el huevo junto con el azúcar. Agregar el aceite de girasol y la ralladura de naranja y mezclar. Incorporar la leche evaporada y el anís. Batir hasta mezclr bien. Añadir la harina, la levadura y la sal (todas ellas tamizadas) y amasar. Nos ayudaremos de las manos para integrar bien todos los ingredientes. Dejar reposar la masa 20 minutos. En un cazo poner abundante aceite y calentar para freir las rosquillas. Coger pequeñas bolas, tamaño de pin pong, con las manos engrasadas en aceite y aplastar ligeramente haciendo un agujero en el medio. Freir a fuego medio durante un par de minutos y dar la vuelta a las rosquillas y freir durante otros dos o tres minutos. Sacar y dejar sobre papel de cocina para que absorvan el aceite sobrante y rebozar en azúcar.
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Besos desde JUEGO DE SABORES