Para esas fatiguitas mañaneras cuando el hambre sucumbe y somos incapaces de sobrevivir sin dar un bocado a algo el Pika Pika Azafrán es ideal. Con una carta un tanto escueta pero muy interesante nos debatíamos entre la tortilla de papas cremosa con cebolla caramelizada y aceite de trufa blanca y las hortalizas en tempura con salsa de soja y sésamo. Yo, un poco escéptica y dudosa con la tempura cerré los ojos y la carta y me dije, venga una de hortalizas en tempura y… por favor… qué maravilla de plato. Esas verduritas medio crudité con ese rebozado fantástico. Creo que se ha convertido en uno de mis platos favoritos.
Pero vamos por partes que me estoy adelantando mucho. 13:30 de la mañana un hambre voraz y restaurante localizado (C/ Candelaria, 28 Edificio Olimpo, Local 1) en Santa Cruz de Tenerife.
El espacio del Pika Pika, con forma de ele, se desdobla en dos zonas, la barra y el reducto del comedor, con escasas y contadas mesas, pero con un encanto especial. La decoración sencilla, escueta pero acertada.
Por ponerle alguna pega he de decir que tardaron bastante tiempo en servirnos, y cuando digo bastante es que los 45 minutos de espera no nos los quitó nadie.
Y por fin llegaron los ansiados platos:
Las hortalizas en tempura con salsa de soja y sésamo. Creo que con el comentario de más arriba sobran más palabras ¿no?
Y un arroz cremoso negro con langostinos y chipirones. Con un pimentón de la Vera que le aportaba un sabor increíble.
Azafrán se sale de la monotonía habitual y se presta a esa frase que siempre desea uno pronunciar : “Tienes que ir, no te lo puedes perder!”. Y claro que pienso volver para poder degustar su ensaladilla (especialidad de la casa). La cual es presentada, cosa que nos llamó mucho la atención, en un bol o recipiente de cristal grande con el picadillo habitual de la ensaladilla rusa y atún melba. La mayonesa sale en forma de espuma gracias al sifón. Lo dicho: no me lo puedo perder.