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Novedad en el blog: he decidido innovar un poco, la idea creo que está bien y me seduce. Esta consiste en comentar la visita los diferentes restaurantes por los que pase, tanto el entorno, como la comida, el trato… en fin hacer una “crítica” del mismo. La mayoría serán restaurantes de Tenerife, lugar donde resido. Me parece una idea apropiada, porque así se pueden conocer diferentes rincones y saber cómo son por dentro. Evidentemente lo que yo cuente es una opinión personal, que puede que no se comparta por otras personas que visiten el lugar. Se admiten todo tipo de sugerencias y de opiniones.
Sin más preámbulos paso a describir el primer restaurante:
Mesón el Monasterio, situado en el termino municipal de Los Realejos, en un entorno espectacular. En las vertientes de una pequeña montaña, conocida como la Montañeta, rodeada de naturaleza. Tiene palmerales, árboles de todo tipo, parques, animales. En fin es una autentico placer pasear después de haber comido.
Es importante relatar la historia del edificio, ya que fue declarado en el año 2000 lugar de Interés Turístico por la Consejería de Turismo y Trasportes del Gobierno de Canarias. El edificio data del siglo XVIII, y fue construido por un Fraile, del que cuentan que subido en un burro andaba por la isla recogiendo sobrantes de mosto que le daban los cosecheros, y con el que luego hacia vino y lo vendía para costearse los gastos de la construcción.
El complejo es enorme ocupa unos 100.000 m², con el monasterio, varios edificios anexos, estanques, establos, y sus correspondientes animalillos que andan por allí: patos, pavos reales… También tiene una vegetación preciosa y muy cuidada. Llama la atención el portal de Belén que esta expuesto todo el año.
En toda esta superficie encontramos diferentes restaurantes con diferentes ambientes y especialidades culinarias (me remito a su página Web ). Yo en concreto estuve en el Mirador. Normalmente en el Mirador vamos a tomar el postre después de haber comido en otro de los restaurantes del complejo. Pero como no era exactamente la hora de comer sino un poco antes decidimos optar por el “Brunch” y el resultado fue inmejorable.
A las pruebas me remito:
Mantequilla y mermeladas variadas:
Panecillos diferentes y croissant: