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Pegamos un salto al sur de la isla. Fácil acceso y una autovía bastante amplia (las carreteras del norte de la isla son insufribles, llenas de curvas y sin indicaciones). Maspalomas lugar turístico por excelencia en la isla. Nos sorprendió lo cuidado que estaba todo y las grandes zonas peatonales, con cientos de restaurantes, tiendas, cafeterias… lugar muy acogedor, que invita al paseo y al baño en su excelente playa. El faro se irgue alto y desafiante. Con 36,50 metros de largo impresiona mirar a lo alto y ver la línea recta hasta el cielo. Situado muy cerca del hotel Costa Meloneras (PRECIOSO).
Caminando por su paseo y bordeando la playa es muy típico encontrarte esculturas hechas de arena como esta:
Y por fin… la reserva natural de las Dunas. Preciosas, enormes… vimos atardecer desde allí. Algo espectacular.
Sigo dándole salida al chorizo de Teror (¡es que nos encanta!). Gracias a María, que me dio la idea, he podido nuevamente degustar este manjar de una manera diferente. Como sé que no es fácil adquirir el principal ingrediente de este entrante yo creo que podría ser sustituido por sobrasada, no es lo mismo pero…
Ingredientes:
– 200 grms de chorizo de Teror (o sobrasada).
– 2 cucharadas colmadas de harina.
– 100 ml de leche tibia.
– 1 plátano de 100 grms.
– Una pizca de tomillo.
– 2 huevos.
– Pan rallado.
– Aceite de oliva.
Preparación:
Echaremos el chorizo en la sartén, sin nada de grasa (ni aceite, ni mantequilla) con la grasilla del chorizo nos sobra. Rehogaremos unos 5 minutos a fuego suave. El chorizo comenzará a soltar su grasa y dejará de estar en bloque a ser una masa blandita. Agregaremos el tomillo (yo 1/4 de cucharadita) y uniremos bien. Añadiremos la harina y rehogaremos. Es el turno de la leche, la agregaremos y removeremos bien hasta que consigamos una mezcla homogénea durante 5 minutos. Por último añadiremos el plátano cortado en cuadraditos. Uniremos bien durante 5 minutos más. Dejaremos enfriar y a la nevera mínimo 3 horas. Una vez dura la masa haremos bolitas que pasaremos por pan rallado, huevo (batido) y nuevamente por pan rallado. Formados los bocaditos freiremos en abundante aceite caliente. Listo para degustar este riquísimo entrante dulce-salado, de los que me encantan.
