Qué cosa más rica la receta que hoy os traigo. Es una mezcla deliciosa. La base de muffin es jugosa y muy chocolatosa. Casa perfectamente con el yogur y los frutos secos.
Ha sido una delicia durante… ¿un par de desayunos? Qué poco duran estas cosas en casa…
El chocolate con leche Clavileño ha sido el secreto (y el éxito) de esta receta. ¡¡Qué sabor tan rico!! Encontrarte trocitos de chocolate al morder este volcan explosivo es una maravilla.
Para que la forma de los muffins me quedara un poco más alargada y estrecha que los normales he utilizado el molde de magdalenas de Ikea, que hacía años que no usaba. Así les he dado la forma que yo quería.
Ingredientes (12 unidades):
Para el muffin:
– 50 g de mantequilla fundida.
– 125 g de panela.
– 125 ml de buttermilk.
– 1 huevo.
– 75 g de chocolate con leche Clavileño troceado.
– 150 g de harina.
– 40 g de cacao en polvo.
– 6 g de levadura química.
– Una pizca de sal.
Para el frosting:
– 1 yogur griego azucarado.
– Frutos secos.
Preparación:
Para elaborar los muffin batir la mantequilla con el azúcar. Añadir el huevo y el buttermilk y seguir batiendo. Ya sabes que si no encuentras buttermilk en el mercado puedes hacerlo en casa agregando a la leche un chorrito de vinagre de vino blanco o de limón y dejar que actúe 15 minutos. Incorporar los ingredientes secos tamizados, la harina, la levadura, la sal y el cacao. Unir todo bien hasta conseguir una masa lisa y con un color uniforme. Incorporar el chocolate troceado (yo lo corté toscamente con un cuchillo). Precalentar el horno a 195º con calor arriba y abajo. Verter la masa en el molde de magdalenas o muffins previamente engrasado. Llenarlo hasta la mitad de su capacidad. Hornear 18 minutos o hasta que los pinchemos y el palillo salga limpio. Una vez hechos dejar enfriar por completo sobre una rejilla. Una vez fríos, si han subido mucho quitarles el copete. Darles la vuelta, de manera que la base del muffin quede para arriba. Sobre cada uno depositar una cucharadita de yogur. Espolvorear los frutos secos.