Ya sabéis que las tartas de queso son mi perdición. Son mi dulce favorito del mundo. Y cuando recibí las mermeladas Intense de Bonne Maman solo pensaba en tartas de queso para utilizarlas (ya habéis visto todo el proceso de recepción de las mermeladas en los stories de mi Instagram).
Hace unos días publiqué un cheesecake exprés, donde compartí la receta, la cual nos encantó pero quería hacer una receta un poco más elaborada.
Hace más de 4 años que publiqué la receta de la tarta de la viña I en el blog y hoy he decidido probar con otra receta que ha caído en mis manos. He de reconocer que las tartas de queso me gustan casi todas pero esta receta es ¡¡Sublime!!
La textura es maravillosa. Queda tostadita por los bordes pero super cremosa y poco cuajada por el centro (pena de no haber hecho foto del corte).
Yo he hecho la mitad de los ingredientes de la receta original. Os dejo la receta tal cual la he hecho yo. He utilizado un molde desmontable de 20cm. Y la hago de un día para otro para que coja más sabor y sea más estable.
Os recomiendo 100% hacer esta maravilla de receta, os va a encantar. Yo la he acompañado de lamermelada de fresa Intense de Bonne Maman, que tiene un 30% menos de azúcar y que está deliciosa. No he puesto mermelada por toda la tarta mejor he acompañado el bote a cada trozo de tarta y que cada comensal se sirviera a su gusto ¡todo un acierto!
Ingredientes:
– 500 g de queso cremoso de untar.
– 250 g de nata de montar, con más de un 35% en materia grasa.
– 150 g de azúcar.
– 3 huevos M.
– 25 g de harina de maíz.
Para acompañar:
Preparación:
Batir (no en exceso porque no queremos que salgan burbujas en la masa) el queso con la nata de montar y el azúcar. Agregar los huevos uno a uno y mezclar. Finalmente incorporar la harina de maíz tamizada y mezclar bien. Verter en un molde engrasado de 20cm y hornear, horno precalentado con calor arriba y abajo, durante 50 minutos a 190º. La tarta quedará un poco inestable pero es normal. Dejar enfriar y conservar en nevera al menos 5 horas.