Esta Semana Santa además de las clásicas torrijas he hecho un dulce nuevo. Una flores fritas o flores de Pascua. Las he visto con varios nombres en la red como los que he comentado y también flores de carnaval.
Se trata de una masa bastante líquida que se agarra a un hierro, con forma de flor, y se fríe hasta que esta se desprende del hierro. Luego se rebozan en azúcar y canela.
Una vez fritas son crujientes y aparentemente ligeras, porque entran muy bien, pero después de un rato te das cuenta de que has comido algo frito y llenan.
No desistas a la hora de hacerlas. A mi la primera no me salió. Pensé que no había acertado al hacer la masa (en las proporciones) o que el hierro no estaba demasiado caliente o que no había mojado el hierro lo suficiente… el caso es que la primera se me quedó pegada por completo en el hierro. Y tuve la tentativa de tirar la masa pero me dije: prueba una segunda vez y ¡Voilá! empezaron a salir flores.
Hay que tener un poco de paciencia para hacerlas pero merece mucho la pena el resultado.
Ingredientes:
– 2 huevos.
– 175 ml de leche entera.
– 50 ml de anís.
– 170 g de harina tamizada.
– Una pizca de sal.
– 20 g de azúcar.
– Aceite de girasol para freír.
Para rebozar:
– 6 cucharadas de azúcar.
– 2 cucharaditas de canela molida.
Preparación:
Poner en un cazo hondo pero no muy ancho (en el que nos quepa el hierro que hará las flores) abundante aceite y calentarla. Luego meter el hierro (en la parte que tiene forma de flor) y dejar que se caliente bien. Mientras en un cuenco mezlcar los huevos, el azúcar, la leche y el anís. Agregar la harina y la sal y unir todo bien. Nos quedará una masa bastante líquida y sin grumos. En otro cuenco mezclar el azúcar con la canela para tener preparardo el rebozado. Una vez bien caliente el hierro sacudirlo ligeramente e introducirlo en la masa. No llegar al borde porque sino las flores no se despegaran. Pasarlo directamente al aceite bien caliente y dejar que la masa se despegue, darle la vuelta para que se dore por ambos lados. Sacar y poner en un plato con papel absorbente para retirar el exceso de aceite. Rebozar en el azúcar y la canela.