Si el año pasado ya sorprendí a mi marido con la Coca-pizza de sardinas, este año no puedo dejar de hacerlo con algo parecido, esta riquísima pizza. Somos dos amantes del queso, nos gustan todos (todos los que hemos probado, claro está) y sé que con ella voy a acertar de lleno. Además aporto mi toque romántico con los corazoncitos de salami. ¿Quién dijo que comer pizza era aburrido?
Ingredientes:
Para la masa de la pizza:
– 260 grms de harina de gran fuerza (yo use la de Santa Rita).
– 7 grms de levadura liofilizada (de panadería).
– Un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
– 130 grms de agua tibia.
– 1/2 cucharadita de sal.
– 1/2 cucharadita de orégano.
– 1/2 cucharadita de tomillo.
Para el relleno de la pizza:
– 5 cucharadas de salsa de tomate.
– 60 grms de queso parmesano (un regalo de Nuria, mi compi de trabajo, desde la misma Italia).
– 125 grms de queso mozarella.
– 35 grms de queso azul.
– 2 lonchas de salami (para decorar).
Preparación:
Comenzaremos preparando la masa de la pizza. Calentaremos un poco el agua (que quede como a unos 36º) y le agregaremos la levadura, mezclaremos ambas. Añadiremos el aceite de oliva, la harina tamizada (usé el pack que me regaló Harinas Santa Rita ¿os acordáis?), la sal y las especias. Amasaremos bien hasta la completa incorporación de todos los ingredientes a la masa. Una vez conseguida una masa homogénea dejaremos que repose en un lugar cálido y tapada con un paño de cocina limpio durante una hora o hasta que doble su volumen. Una vez que tengamos la masa fermentada, la estiraremos con el rodillo dándole una forma redonda y le extenderemos la salsa de tomate y sobre este los tres quesos rallados. Hornearemos a 220º unos 15 minutos. Una vez hecha la pizza le incorporaremos los corazones de salami que habremos hecho con ayuda de un cortapastas con forma de corazón.
* No extendáis mucho los quesos hacia el borde ya que al findirse en el horno tienden a expandirs y salirse de la masa.