Tenía en el frutero unas cuantas peras dando tumbos de aquí para allá y estaban un poco blanditas para comerlas al natural y así sin querer surgió la idea de hacer este cheesecake.
Siempre te recomiendo, y esta vez también, hacerla el día anterior para que se asienten mejor los sabores y está más rica si cabe.
Es un cheesecake muy jugoso y con un sabor delicioso. Ya sabéis que las tartas de queso son mi dulce preferido y esta ha pasado a ser una de mis favoritas.
Para no sentirme tan culpable he utilizado Truvia y así reducir un poco el número de calorías. En la receta también te he puesto el equivalente en azúcar por si no dispones de Truvia en casa.
Ingredientes:
Para la base:
– 85 g de galletas maría.
– 35 g de mantequilla fundida.
Relleno:
– 2 huevos.
– 50 g de Truvia (80 g de azúcar).
– 2 peras maduras.
– 1/2 cucharadita de extracto de vainilla.
– 1/2 cucharadita de canela molida.
– 200 g de queso crema de untar.
– Una pizca de sal.
– 15 g de Maizena.
Preparación:
Lo primero será preparar la base así que tenemos que triturar la galletas y las mezclamos con la mantequilla derretida. Pondremos en la base de un molde de 16cm sobre el que habremos puesto un papel parafinado de horno y lo metemos en la nevera. Para el relleno batir los huevos con la Truvia y el extracto de vainilla. Añadir el queso y mezclar bien. Incorporar tamizadas la sal, la canela y la Maizena. Finalmente agregar la pera pela y cortada en trozos pequeños y finos. Verter en el molde y hornear a 150º, horno precalentado con calor arriba y abajo, durante 60 minutos. Subir la temperatura a 180º 10 minutos más. Yo puse un poco el gratinador para que cogiera un poco más de color.