Se acerca el buen tiempo y es momento de ir pensando en escapadas al monte, barbacoas, pequeñas excursiones con los amigos, con los peques de la casa, con nuestras parejas… La entrada de hoy es toda una recomendación para una merienda en el jardín, para un cumpleaños, para un picnik improvisado; en definitiva, multitud de posibilidades. Yo me atrevería a decir que hasta para una cena informal, con unos cuantos encurtidos, unos taquitos de queso y unas rodajitas de chorizo y quedaremos como reyes.
Lo más laborioso de la receta será elaborar los panecillos. La receta, en realidad, es de medias noches y viene de la mano de Su (la de los Webos). Ya sabéis que me encanta mezclar el dulce con el salado y el contraste de sabores del dulzor de los panecillos con el salado del relleno ha hecho las delicias de todos los que lo que han comido, tanto mayores como pequeños.
La calidad de la dieta influye enormemente sobre nuestra salud. Esto ocurre en todas las edades. Llevar un estilo de vida saludable, una alimentación equilibrada y un ejercicio adecuado, siempre es beneficioso. Ello no implica ingerir mucha comida ya que no es tan importante la cantidad como la calidad. En nuestro país, la alimentación saludable y equilibrada es tradicionalmente la denominada “Dieta mediterránea” que se presenta con tantas y numerosas variantes como regiones y puntos cardinales. La dieta mediterránea se basa en el consumo preferente de cereales (pan, pasta), hortalizas y frutas, pescados, aceite de oliva, legumbres secas y algunos otros productos: jamón, quesos…
Una buena nutrición y una alimentación saludable ayudan a que los niños crezcan de manera adecuada. Involucrar a los niños en el proceso de elaboración de las comidas es muy importante ya que al haber participado en el van a disfrutar comiéndoselo, si no lo habéis probado hasta ahora dejad que os ayuden a hacer la masa de los panecillos y a colocar las lonchas de queso y pavo; veréis que no dejarán ni las migas.
Hoy os presento el relleno perfecto para estos mini panecillos dulces, pechuga de pavo y queso gouda. El pavo es el líder en la carne magra, contiene la mitad de las grasas saturadas que se encuentran en la carne roja y ofrece un sabor tan rico que a la mayoría de los niños no les desagrada. Los niños necesitan de proteínas, y el pavo puede ofrecérselas. Además, contiene zinc, que mejora su sistema inmunológico. Una receta muy jugosa y super apetecible para cualquier persona ¿nos animamos a meter las manos en la masa?
Ingredientes:
– 170 grms de leche.
– 75 grms de azúcar.
– 120 grms de mantequilla a temperatura ambiente.
– 40 grms de levadura prensada fresca de panadería.
– 4 huevos.
– 650 grms de harina de fuerza (la receta original 550).
– 1 cucharadita de sal (10 grms).
Para la decoración:
– 1 huevo.
– 1/2 cucharadita de tomillo.
– 1/2 cucharadita de orégano
Para el relleno:
– Pechuga de pavo el Pozo.
– Queso gouda en lonchas.
Preparación:
Pondremos la leche, el azúcar y la mantequilla en un cuenco. Mezclaremos estos ingredientes durante un par de minutos. Agregaremos la levadura desmigada y los huevos, mezclaremos. Incorporaremos la mitad de la harina e iremos amasando dentro del cuenco. Añadiremos la sal y el resto de la harina y empezaremos a amasar poniendo la masa en la encimera. Al principio estará un poco pegajosa, pero amasando y golpeando la masa contra la encimera durante 5 minutos observaremos que se va poniendo elástica y manejable. Dejaremos reposar la masa 1 hora dentro de un cuenco tapado con un paño. Retiraremos la masa le daremos forma de cilindro e iremos cortando pequeñas porciones de unos 50 grms. Colocaremos un papel de hornear, o un silpat, sobre una bandeja de horno. Haceremos unas bolitas y las aplastaremos un poco, dejaremos un poco de separación entre unas y otras ya que creceran casi el doble. Dejaremos reposar 1 hora en un lugar templado sin corrientes de aire. Precalentaremos el horno, calor arriba y abajo, a 250º. Batiremos el huevo y pincelaremos con cuidado la superficie de las medias noches. Espolvorearemos ambas especias. Bajaremos el horno a 220º y hornearemos unos 5-6 minutos. Abriremos el horno y les daremos la vuelta y las dejarmos un minuto más. Sacaremos a una rejilla hasta que enfríen por completo.
Una vez fríos los abriremos por la mitad y los rellenaremos con el pavo y el queso.