Me gusta mucho el café, no soy una gran entendida pero sí sé diferenciar un buen café de otro que no lo es. En verano me preparo muchos con hielo y baileys pero este que os propongo hoy pasará a ser otro de mis favoritos. Yo lo he tomado tibio y me ha gustado muchísimo.
La mezcla de sabores, temperaturas y texturas ha sido deliciosa. Degustas cada sorbo de una manera única y te queda un sabor de boca final apoteósico.
He utilizado un café que ya había probado con anterioridad y que entra en la caja Degustabox de este mes. No dejes de echar un ojo a su web para saber de lo que te hablo. Además puedes conseguir tu primera caja Degustabox a un precio excepcional de 9,99€ en lugar de 14,99€ introduciendo el código 1038 al realizar la compra.
El café en cuestión es Nescafé vainilla latte. Tiene un aroma y un sabor maravillosos. Es muy muy cremoso y tiene un regustillo a vainilla increíble. La nueva receta de este café está hecha a base de café arábiga, cultivado en las montañas que le confiere riqueza de aromas, y café robusta, que le da profundidad al sabor. Es imposible resistirse a su suave crema que se derrite en tu boca.
Ingredientes:
Para el café de chocolate:
– 100 ml de leche.
– 1 cucharada de crema de cacao (Olecao).
Para el café latte de vainilla:
– 100 ml de leche.
– 1 y 1/2 cucharaditas de Nescafé con sabor a vainilla.
– 1/2 cucharadita de azúcar.
Para el topping:
– 75 ml de nata muy fría.
– 1/2 cucharadita de azúcar glass.
Para decorar:
1/2 cucharadita de chocolate rallado (Valor 70%)
Preparación:
En un vaso calentaremos la leche. Agregar la cucharada de crema de cacao y disolverla bien en la leche caliente. Verter en el vaso de presentación. En otro vaso prepararemos la elaboración del café latte de vainilla y para ello calentaremos la leche, una vez caliente agregar el café y el azúcar y remover bien. Verter en el vaso de presentación. Montar la nata con el azúcar glass e ir depositando cucharadas de la nata sobre el café. Espolvorear el chocolate rallado.