¡Ay este bundt cake! Es de lo mejorcito que he hecho últimamente. ¡¡Qué cosa tan tan rica!! No lleva muchos ingredientes pero son todos ellos tan acertados que lo han convertido en uno de mis preferidos.
Tiene un sabor delicado a anís, no es excesivamente dulce, es esponjoso a más no poder y un tanto húmedo. Se ha convertido la delicia de unos cuantos desayunos (y meriendas) en casa.
La receta es de Toño del blog Con leche y canela. Desde que la vi se me antojó no solo por los ingredientes, los cuales me parecian una mezcla deliciosa, sino por sus fotos. Anoté la receta y la dejé en mi libreta de pendientes, esa libreta que tiene una lista interminable de recetas por hacer, y de repente un día que tenía leche condensanda en la nevera y no sabía qué hacer con ella le dediqué su momento. ¡Qué gran acierto! Ya se ha convertido en uno de los favoritos de casa.
Gracias Toño por compartir esta maravilla de receta.
Ingredientes:
– 4 huevos.
– Ralladura de 1 naranja.
– 400 g de leche condensada.
– 85 ml de aceite de girasol.
– 30 ml de anís Chinchón.
– 140 g de harina.
– 14 g de levadura química.
– Una pizca de sal.
Preparación:
Batir los huevos junto con la leche condensada y la ralladura de naranja, la mezcla debe de doblar el volumen. Agregar el aceite en hilo, muy poco a poco, mientras seguimos batiendo. Incorporar el anís también en hilo. Añadir los ingredientes secos la harina, la levadura y la sal (todas ellas tamizadas) y mezclar con ayuda de una espátula con movimientos envolventes para que no se baje el volumen. Verter en el molde bundt elegido, previamente engrasado, y golpear ligeramente sobre un paño de cocina para evitar que quede alguna burbuja. Hornear, horno precalentado con calor arriba y abajo, a 175º unos 35-40 minutos o hasta que lo pinchemos y el palillo salga limpio. Una vez fuera del horno dejar 10 minutos en el molde. Luego desmoldar y dejar por completo sobre una rejilla.