Ya sabéis de mi adoración por las tartas de queso tanto frescas como de horno. Esta vez la que os propongo implica encender el horno pero no nos llevará mucho tiempo su elaboración así que mientras se precalienta el horno vamos mezclando los ingredientes y lo tendremos listo en 10-15 minutos.
Esta vez la mermelada no va por encima de la tarta, lo que viene a ser lo normal, sino que he decidido incorporarla a la tarta. Queda extremadamente jugosa. Además la mermelada es casera con lo cual la tarta gana muchísimo más en sabor. Le iría muy bien la mermelada de frambuesas o de frutos rojos.
Ingredientes:
– 250 g de queso de untar.
– 8 cucharadas de azúcar.
– 3 yogures griegos azucarados.
– 4 cucharadas de harina.
– 3 Huevos.
– 5 cucharadas de mermelada de fresa, frambuesa o frutos rojos.
Preparación:
Engrasaremos un molde con spray antiadherente o con mantequilla y harina. Pondremos en la base papel sulfurizado y forraremos el exterior con papel de aluminio para evitar que la masa se pueda escapar. Precalentaremos el horno a 180º con calor arriba y abajo. Poner en el cuenco el queso junto con el azúcar y lo batiremos para que este pierda consistencia y se vuelva maleable. Luego agregaremos los yogures y batiremos hasta que resulte una mezcla cremosa. Añadiremos la harina y por último los huevos, uno a uno (no incorporaremos el siguiente hasta que el anterior esté completamente mezclado) hasta conseguir un masa homogénea. Verteremos en el molde, yo he utilizado uno de 20cm. Agregaremos cucharaditas de la meremelada sobre la masa y hornearemos durante 50-60 minutos o hasta que al pincharla con un palito éste salga limpio. Una vez horneado lo dejaremos enfriar por completo en el horno con la puerta un poco abierta.