Mi galleta de San Valentín por excelencia tenía que ser esta. Me pierde por completo el olor y el sabor de la mantequilla. Se que no debo abusar de la misma por eso cuando preparo galletas con ella las saboreo como nunca. Me resultan un bocado delicioso y no veo que llegue la hora del desayuno o de la merienda para degustar unas cuantas.
Estas son galletas de mantequilla mantequilla. No he querido meter ningún sabor que las acompañe (normalmente utilizo vainilla) para que supieran a aquellas galletas de lata de toda la vida. Creo que lo he conseguido, tienen un sabor auténtico.
La receta va dirigida a todo el mundo. No es necesario tener ingredientes complicados o difíciles de encontrar para su elaboración. Tampoco hace falta un cortador especial, pese a que yo haya utilizado uno precioso de Tape Pink y muy apropiado para San Valentín al tener forma de corazón y las letras impresas de “with love”. Si no disponemos de cortador podemos hacer bolitas y aplastarlas ligeramente con los dedos. No hay excusa para no dedicar a esa persona especial, o para nosotros mismos, esta ricura de galletas.
Ingredientes:
– 110 grms de mantequilla a temperatura ambiente.
– 55 grms de azúcar glass.
– 140 grms de harina.
– Una pizca de sal fina.
Preparación:
Mezclaremos la mantequilla y el azúcar con ayuda de las varillas de la batidora a velocidad baja, si no tenemos batidora utilizaremos las varillas manuales hasta que consigamos una crema lisa y de color pálido. Agregaremos la harina y la sal tamizadas y uniremos todo bien hasta que obtengamos una masa homogénea y lisa. Extenderemos la masa entre dos hojas de papel sulfurizado o papel de horno y meteremos en la nevera por espacio de 30 minutos. Una vez pasado este tiempo cortaremos la masa con ayuda de un cortador. Hornearemos a 180º con calor arriba y abajo, 12 minutos. Una vez horneadas las sacaremos y dejaremos que enfríen 5 minutos y posteriormente las pasaremos a una rejilla para que enfríen por completo.