¡Hacedlo! Es la primera palabra que me provoca después de probarlo. Es un dulce suave, esponjoso, aromático, delicado… Es una auténtica y verdadera delicia. No dejéis pasar la ocasión de prepararlo en casa.
Es sencillísimo de preparar y no hace falta encender el horno, aunque con los días que está haciendo por el norte de la península creo que no nos importa hacernos un bundt cake o dos.
He utilizado una leche diferente y especial para hacerlo, la leche Alpro de avellanas de Central Lechera Asturiana, para darle un toque diferente a las crullers. Esta leche es uno de los regalos culinarios que nos ofrece la fabulosa caja Degustabox. Este mes, sé que siempre os digo lo mismo pero es que es cierto, trae verdaderas joyas. Tanto me ha gustado su contenido que prometo haceros otra receta en pocos días con un producto que nunca había probado y que me ha sorprendido y encantado.
Ya sabes que puedes beneficiarte de un descuento para adquirir tu primera caja Degustabox a un precio de 9,99€ en vez de 14,99€ introduciendo en tu compra el código UPHA6.
La combinación de sabores es fantástica. El elaborar la masa es muy fácil lo que te llevará más tiempo será freírlas y estar pendientes de ellas mientras lo haces aunque tampoco tiene ningún misterio.
Estoy segura de que te han llamado tanto la atención que estás deseando invitar a todos tus amigos esta tarde para que se vengan a merendar a casa y prepararles este dulce ¿me equivoco?
Ingredientes:
– 20 grms de azúcar blanquilla.
– Ralladura de 1/2 naranja.
– 45 grms de mantequilla.
– 80 grms de harina.
– 1 huevo.
– Una pizca de sal.
– Aceite de girasol.
Glaseado:
– 3 cucharadas de zumo de naranja.
– 45 grms de azúcar glass.
Preparación:
En un cazo pondremos la leche, el azúcar blanquilla, la mantequilla y la ralladura de naranja a fuego medio hasta que hierva. Una vez que rompa a hervir agregaremos la harina y la sal de golpe y removeremos hasta que pierda humedad a fuego bajo y durante unos 8-10 minutos. Fuera del fuego agregaremos el huevo y lo mezclaremos bien hasta conseguir una masa lisa y uniforme. En un principio esto parecerá imposible pero nada más lejos de la realidad, hay que mezclarlo bien para que se vayan integrando todos los ingredientes. Cortaremos unos cuadrados de papel de hornear de unos 10cm de largo y los rociaremos con spray antiadherente o pincelaremos con aceite e iremos haciendo círculos con la masa que habremos puesto en una manga pastelera y con una boquilla estriada (yo utilicé la 1M de Wilton). Freiremos las crullers en abundante aceite caliente echándolas con el papel para que no pierdan la forma (el papel se desprenderá de la masa a los pocos segundos de entrar en calor). Dejaremos que se doren bien y las pasaremos a un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Una vez frías prepararemos el glaseado mezclando ambos ingredientes y bañando las crullers.