Quiero además hacer eco de una noticia que me resulta muy interesante: Cádiz acoge estos días la novena edición del congreso de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria. Expertos nutricionales se han reunido para presentar y analizar los últimos estudios relacionados con la ingesta de alimentos y la hidratación. Junto a su probada seguridad, foros científicos europeos y mundiales analizan en la actualidad el papel de los edulcorantes no calóricos en la salud. Así, el entorno científico está aportando numerosas reflexiones y análisis sobre el papel positivo de los edulcorantes no calóricos para las personas diabéticas, o para aquellas que los utilizan para controlar su peso.
Profesionales de la nutrición que han intervenido en congresos o eventos nacionales de nutrición y dietética determinan como ‘incuestionable’ la importancia de los edulcorantes bajos en calorías en la dieta diabética, al ofrecer a las personas con esta patología el placer de lo dulce sin sus aspectos negativos, y no tener impacto en la insulina ni en la glucemia. También se están debatiendo y analizando estudios que muestran que los edulcorantes bajos en calorías pueden ayudar en el control de calorías si forman parte de un programa de gestión de peso, al aportar a las comidas y bebidas un sabor agradable con menos o ningún contenido energético. De hecho, según el entorno científico actual, aunque los edulcorantes no calóricos no pueden sustituir la eficacia de una nutrición equilibrada y la actividad física, suponen una opción atractiva para las personas que desean controlar su ingesta de azúcar y calorías, ya que además mejoran el sabor de los alimentos de bajo o ningún contenido energético.