Bizcochos individuales con un ingrediente muy muy muy novedoso, la remolacha. Nunca la había introducido en un dulce y el resultado ¡me ha encantado! Le aporta muchísima jugosidad y no sabe nada a este vegetal.
La remolacha y el chocolate casan a la perfección. No es un dulce excesivamente dulce pero si es jugoso, esponjoso y delicioso.
El endulzante ha sido Truvia. Supongo que ya conoces este edulcorante. Tiene 0 calorías, es de origen natural, sin gluten y nace de las hojas de la planta de stevia.
Ya se ha convertido en mi preferido y poco a poco lo voy introduciendo en mi alimentación y en los dulces que elaboro.
Hacía tiempo que no utilizaba mi cacao en polvo puro preferido para un dulce y hoy le hago un pequeño homenaje. He usado el de Valor.
Ingredientes (7 unidades):
– 1 huevo.
– 45 g de Truvia.
– 25 g de aceite de girasol.
– 30 g de leche.
– 85 g de harina.
– 6 g de levadura química.
– 20 g de cacao puro en polvo Valor.
– Una pizca de sal.
– 65 g de remolacha cocida triturada.
Para decorar:
– 60 g de chocolate blanco.
– 1/2 cucharadita de aceite de girasol.
– 45 g de Truvia.
– 25 g de aceite de girasol.
– 30 g de leche.
– 85 g de harina.
– 6 g de levadura química.
– 20 g de cacao puro en polvo Valor.
– Una pizca de sal.
– 65 g de remolacha cocida triturada.
Para decorar:
– 60 g de chocolate blanco.
– 1/2 cucharadita de aceite de girasol.
Preparación:
Batir muy bien el huevo con la Truvia hasta doblar el volumen. Añadir el aceite y la leche en hilo y seguir batiendo. Incorporar los ingredientes secos tamizados, la harina, la levadura, el cacao y la sal; mezclar. Finalmente incorporar la remolacha triturada. Verter en los moldes redondo, previamente engrasados. Hornear, horno precalentado con calor arriba y abajo a 180º, durante 18-20 minutos o hasta que los pinchemos y el palillo salga limpio. Dejar enfriar sobre una rejilla. Derretir el chocolate blanco con el aceite y decorar con hilos los bizcochitos.