No sé que tienen los bundts que me gustan cada día más. Será porque el bizcocho queda con una forma preciosa o por lo jugosos que resultan. Sea por lo que sea me encanta hacerlos y comerlos.
Este en concreto se fue directo para los compañeros de trabajo. Aproveché que encendí el horno para hacer la quiche de puerros y bacon y lo metí en la misma bandeja. He utilizado el molde Kugelhopf que al ser estrecho en su base me cabía perfectamente en la bandeja junto con la quiche y así hice dos platos de una vez.
Ya sabéis que en la tienda de La Repostería de Miguel podéis encontrar muchos moldes bundt para vuestros bizcochos. Siempre os hablo de los moldes bundt de la tienda de Miguel pero en su tienda on line podéis adquirir muchísimas más cosas destinadas a la repostería, cortadores, fondant, manteca de cacao, colorantes… Meteros en ella y descubriréis un mundo fabuloso, os lo vais a querer llevar TODO.
Como os comentaba más arriba quería aprovechar que tenía que encender el horno para hacer la quiche y quise hacer un bundt pero al mirar en la nevera no tenía mantequilla, cosa rara en casa pero así fue. Así que me dije… ¿y ahora qué? Busqué en la red alguna receta de bundt con aceite y encontré la perfecta. Una de Alma con un aspecto muy tentador. Así que mientras se calentaba el horno me dispuse a mezclar todos los ingredientes del bundt.
El resultado ¡¡riquísimo!! El dulzor del glaseado contrarresta la intensidad del cuerpo del bundt de chocolate, consiguiendo un resultado delicioso. Otra receta de bundt para repetir y quedar como una reina.
Ingredientes:
Para el Bundt Cake de chocolate:
– 250 g chocolate negro (fondant) troceado.
– 2 cucharadas de cacao en polvo.
– 250 ml de aceite de oliva suave o girasol.
– 100 g de azúcar blanquilla.
– 100 g de azúcar moreno.
– 4 huevos.
– 1 cucharadita de extracto de vainilla.
– 300 g harina.
– 1 y 1/2 cucharaditas de levadura química.
– Una pizca de sal.
– 220 ml de leche.
– 1 cucharadita de zumo de limón o de vinagre.
Para el glaseado:
– 150 g de azúcar glass.
– 60 ml de nata líquida.
Preparación:
Empezaremos preparando la masa de nuestro bizcocho. Echaremos un chorrito de limón o de vinagre en la leche para obtener una especie de buttermilk casera, que hará que el bizcocho esté mucho más jugoso y reservamos. A continuación derretiremos el chocolate negro al baño maría 0 en el microondas, dejaremos templar y reservaremos. Precalentaremos el horno a 180º con calor arriba y abajo y engrasaremos nuestro molde de Bundt Cake con spray desmoldante o con mantequilla. En un cuenco batiremos el aceite con los azúcares. Mezclaremos bien, añadiremos los huevos uno a uno a la mezcla, y continuaremos batiendo. Sobre el mismo cuenco tamizaremos la mitad de la harina, con el cacao, la sal y con la levadura y mezclaremos. Añadiremos poco a poco la leche y el resto de la harina y continuaremos batiendo. Agregaremos el chocolate fundido y la vainilla y volveremos a remover todo. Cuando esté bien integrado, verteremos la mezcla sobre el molde bundt. Hornearemos durante 45-60 minutos, hasta que lo pinchemos con un palillo y este salga limpio. Cuando lo saquemos del horno es muy importante no desmoldar inmediatamente, ya que se rompería. Hay que esperar unos 15 minutos hasta que se enfríe. Para preparar el glaseado mezclaremos el azúcar con la nata líquida hasta conseguir una textura similar a la de un yogur griego. Una vez tengamos la textura del glaseado deseada, bañaremos por encima nuestro bizcocho. Para finalizar, podemos espolvorear por encima unos sprinkles que le darán un toque de color.