No soy mucho de hacer buñuelos hasta que un día te lo planteas seriamente y te dices a ti misma ¿por qué? No encuentras una respuesta sensata y te lías la manta a la cabeza intentando hacer una nueva mezcla que sea suave, esponjosa y con un sabor bien rico.
Eso fue lo que me pasó el otro día y dicho y hecho. Me cabeza se puso a pensar y el resultado lo podéis ver en la maravillosa receta que hoy os traigo. No tiene ninguna complicación, de hecho, la preparé con cantidades pequeñas por si no me salía; cosa de la cual me arrepentí después ya que se quedaron cortos los casi 30 mini buñuelos que salieron de esta masa.
Ya sabéis que adoro la canela así que este ha sido el ingrediente estrella de esta receta junto con la calabaza. Hay que ver el juego que nos da la calabaza en la cocina tanto para platos salados como dulces. No me canso de utilizarla en infinidad de elaboraciones y casi siempre casa bien con todo.
Quiero que os fijéis en la última foto para que podáis apreciar la textura y esponjosidad del buñuelo. Es todo un “Bocatto di Cardinale”, no me echéis la culpa si os crean adicción.
Ingredientes:
– 65 grms de harina.
– 150 grms de calabaza.
– 1 cucharadita de levadura química.
– 1/2 cucharadita de canela molida.
– 1 huevo.
– 20 gramos de azúcar.
– Ralladura de 1/2 mandarina.
– Una pizca de sal.
– Abundante aceite de oliva suave.
Para rebozar:
– 3 cucharadas de azúcar.
– 1/2 cucharadita de canela molida.
Preparación:
Pelaremos la calabaza, le quitaremos las semillas, la troceamos y la pondremos a hervir en abundante agua. Dejaremos que la calabaza hierva hasta que esté muy tierna y blandita, entonces las sacaremos el agua, la escurriremos y la trituraremos con ayuda de un tenedor, nos quedará una crema espesa. Reservaremos parte del agua de cocción de la calabaza, ya que nos hará falta para la preparación de la masa. En un cuenco pondremos la harina, la canela, la levadura y la sal tamizadas, agregaremos la ralladura de mandarina, el azúcar y la yema. Trabajaremos la masa. Añadiremos el puré de calabaza y mezclaremos para conseguir una masa uniforme y sin grumos. Agregaremos parte del agua de cocción de la calabaza si vemos que queda muy espesa, yo tan solo le añadí una cucharada. Debe de quedar una crema ligera pero no líquida. Montaremos la clara a punto de nieve y con una espátula, y trabajando muy suavemente, vamos incorporando la clara a la masa. Pondremos una buena cantidad de aceite en una sartén y dejaremos que se caliente bien. En este momento iremos agregando cucharaditas de la masa y las freímos hasta que nos quede dorado el buñuelo por ambos lados. No lo pondremos a fuego muy fuerte ya que queremos que le buñuelo se haga por dentro. Colocaremos los buñuelos sobre papel absorbente primero y después los rebozamos en la mezcla de azúcar y canela.
0 comment
bjs
-yO VUELVO SIEMPRE POR ESTAS FECHAS PARA QUEDARME CON ESTAS RECETILLAS QUE TANTO ME ENCANTAN(DADO LA PROXIMIDAD DE ESTAS PASCUAS).
BESOS DESDE LA OTRA ISLA VECINA;))
PS:disculpa que entre a voces pero es que me emociona estos postres muchas gracias por compartir esta recetilla.
Un saludo :)
Ana
Saludos
Deliciosos!!!
Esos buñuelos tiene un color precioso, Silvia. Yo soy más de vainilla, pero coincido en que la calabaza da un juego impresionante (y eso que durante años la tuve relegada al puchero)
Queda anotada la receta (y pineada ;-)
Besotes
No sabes lo que me llegan a gustar!, ya sabes la próxima vez doble cantidad porque ya te digo yo que han salido de cine. Bss