Hoy os presento una receta de mezclar y hornear. No tiene mucha elaboración y te puede resolver unos cuantos desayunos. Además la mezcla de sabores es riquísima. Ya sabéis que los arándanos y el limón casan muy bien.
La cremosidad y la grasa la aporta el queso mascarpone. El mascarpone es un tipo de queso cremoso, de origen italiano, que se utiliza para elaborar el popular tiramisú.
No solo puedes preparar tiramisú con este maravilloso queso si no también estas copas de queso y yogur con conguitos o este brazo de gitano e incluso un risotto al cava con calabaza y gambones.
Este queso ofrece muchas posibilidades tanto para dulce como para salado. Yo de momento te dejo con esta dulce tentación que seguro que te va a encantar.
Ingredientes:
– 200 ml de buttermilk.
– 3 huevos.
– 200 g de azúcar.
– 250 g de queso mascarpone.
– 275 g de harina.
– 16 g de levadura química.
– Ralladura de 1/2 limón.
– 1/2 cucharadita de extracto de vainilla.
– 55 g de arándanos.
– Una pizca de sal.
Preparación:
Rebozar los arándanos en un poco de harina. En un cuenco mezclar los huevos con el azúcar hasta que doblen su volumen. Incorporar el buttermilk, la ralladura de limón y la vainilla y mezclar. Añadir el queso mascarpone y unir todo bien. Finalmente incorporar la harina, levadura y sal tamizadas. Agregar los arándanos y remover ligeramente. Verter en el molde bundt previamente engrasado. Hornear (horno precalentado y con calor arriba y abajo) a 180º unos 50 minutos o hasta que lo pinchemos y el palillo salga limpio. Una vez fuera del horno dejar reposar 10 minutos y luego desmoldar. Dejar enfríar por completo sobre una rejilla.
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Un abrazo desde JUEGO DE SABORES
Besitos¡¡¡