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Se que estas galletas son más apropiadas en otra época del año más invernal, tirando a navideña, pero por una vez vamos a romper las reglas y disfrutemos de estos sabores especiados a mitad de año, en pleno verano, seguro que nos saben diferentes y quizá nos gusten más que en esa época.
Sale una cantidad importante de galletas, lo cual es fantástico, ya que podemos saborearlas en infinidad de desayunos y meriendas o en reuniones con nuestros amigos. No son nada complicadas de hacer y además aguantan perfectamente si las conservamos en una lata metálica.
Ingredientes:
– 250 grms de mantequilla en pomada
– 250 grms de azucar
– 650 grms de harina
– 1 huevo.
– 2 cucharadas de sirope de arce.
– 3 cucharadas de mezcla de especias para pastel de calabaza (1 cucharada de canela molida, media de jengibre molido, 1/4 de clavo molido y 1/4 de nuez moscada molida).
– leche (entre 1 y 3 cucharadas).
Preparación:
Batiremos, a velocidad baja, la mantequilla con el azúcar, hasta que la masa blanquee, aumente ligeramente de volumen y adquiera una textura esponjosa y suave. Añadiremos el huevo ligeramente batido en dos o tres veces, echando un poco cada vez. Agregaremos el sirope de arce y las especias. Mezclaremos hasta que se integre todo bien. Iremos añadiendo la harina tamizada, poco a poco, dejando que se integre bien. Cuando llevemos agregados 3/4 de la harina, añadiremos la leche (la cantidad variará en función de lo desmigada que nos haya quedado la masa), una cucharada cada vez, y batiremos de nuevo hasta que la masa vuelva a ligar. Incorporaremos la harina restante hasta que veamos que la masa se despega de las paredes del cuenco y se forma una bola. Haremos unas tres bolas de la masa resultante y las envolveremos en film transparene. Las dejarmos reposar en la nevera un mínimo de 3 horas, aunque lo ideal es dejarlo de un día para otro. Estiraremos la masa con un rodillo y cortaremos las galletas con el cortador que más nos guste. Colocaremos las galletas encima de una bandeja y las hornearemos a 180º (horno precalentado, arriba y abajo y a altura media) durante 12-15 minutos, dependiendo del tamaño de las galletas. Con los recortes que nos sobren los uniremos en una bola y estiraremos nuevamente siguiendo el procedimiento anterior. Enfriaremos en la nevera un mínimo de 15 minutos. Cuando las saquemos del horno, las dejaremos enfriar 5 minutos, luego las retiraremos con una espátula con mucho cuidado y dejaremos enfriar encima de una rejilla. En este momento encontraremos que las galletas resultan un poco blandas, pero al enfriarse se endurecen. Una vez frías espolvorear con un poquito de azúcar glas y/o especias de las utilizadas en la receta.
La historia, u origen, de estas galletas proviene de un sorteo que gané hace tiempo y que organizó Noelia con motivo de segundo aniversario bloguero y tuve la suerte de resultar ganadora del mismo. En cuanto me llegó el paquete con las galletas no pude resistirme a devorar una mientras hacía las fotos…
La receta original es de Mericakes y os la recomiendo sin duda alguna, no os va a defraudar en absoluto.